La industria del cáñamo es amigable con el ambiente y tiene un gran potencial económico. Sus productos se cuentan por cientos. Van desde cordajes y textiles, hasta papel, materiales de construcción, cosméticos, alimentos humanos y animales, biocombustibles, etc. Y aunque están contemplados en nuestros tratados internacionales pero aún no podemos producirlos en el país.
El cannabis usado con fines médicos ha probado ser una alternativa segura y con gran potencial para tratar muchas dolencias y enfermedades crónicas y transitorias, así como una alternativa eficaz a ciertos productos farmacéuticos que pueden tener efectos secundarios.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que nuestra Constitución protege los derechos a la autonomía personal y al libre desarrollo de la personalidad, y que los mexicanos adultos tienen derecho a usar cannabis con cualquier propósito, siempre y cuando no afecten a terceros y cultiven sus propias plantas sin fines comerciales.